En los sistemas de refrigeración por aire, el vapor de agua en suspensión que se encuentra en el aire que atraviesa el evaporador, cuya temperatura es inferior a la de la cámara, tiende a depositarse sobre su superficie formando hielo o escarcha. La formación de hielo será mayor cuanto menor sea la temperatura del refrigerante que circula por el evaporador y cuanto mayor sea la humedad específica del aire húmedo.
Además de esto, las aperturas de las puertas de las cámaras frigoríficas aportan aire caliente y húmedo, y los productos almacenados suelen despedir también humedad, lo que contribuye a la formación de escarcha. Este hielo depositado sobre la superficie del serpentín del evaporador impide el paso de aire y se convierte en un aislante térmico, lo que hace dificultar la transmisión de calor.
Todo esto se traduce en un descenso de la temperatura del refrigerante, lo que disminuye la producción frigorífica y aumenta el tiempo de funcionamiento del equipo. Para solucionar estos problemas, es necesario realizar procesos de descongelación o desescarche periódicos de las paredes del evaporador.
La característica principal del desescarche es aportar el calor necesario al evaporador para producir la fusión del hielo formado en el serpentín. Encontramos diferentes tipos de desescarche, lo más usados son los siguientes:
- Desescarche por aire: Este tipo de desescarche se basa en la aplicación de calor mediante aire, el cual procede de la propia cámara, si esta es de temperatura positiva (+3ºC). En este caso, el proceso de desescarche se puede agilizar si en las paradas se ponen en marcha los ventiladores del evaporador.
- Desescarche por agua: Este método se basa en la pulverización o rociado de agua sobre la superficie del intercambiador, lo que provoca la fusión del hielo. Si la cámara trabaja a temperaturas bajas, es recomendable usar agua glicolada para evitar que se congele. Para volver a poner en marcha la instalación se debe esperar a que el equipo haya terminado de gotear.
- Desescarche por resistencias eléctricas: En este caso se disponen sobre el evaporador una serie de resistencias eléctricas (normalmente de 220 V), las cuales, por efecto Joule, proporcionan durante períodos previamente establecidos, una cantidad de calor suficiente para realizar el proceso de desescarche. Este método es quizás el más utilizado en la actualidad, puesto que es sencillo su montaje y elimina el hielo de forma rápida aunque encare el coste de la instalación y el coste energético, lo que desaconseja su montaje en instalaciones de gran potencia. En algunos casos se suelen instalar resistencias adicionales en las bandejas de recogida y desagües para evitar la congelación del agua resultante.
- Desescarche por gas caliente: En este sistema la fuente de calor necesaria para realizar el desescarche va a ser proporcionada por la propia unidad de producción de frío, es decir, se utilizan los vapores calientes que provienen de la descarga del compresor, los cuales se derivan hacia el evaporador, produciendo el efecto buscado de fusión del hielo. Este método es muy usado en instalaciones por su gran ahorro energético y da muy buenos resultados en instalaciones centralizadas.